EsE GoRdiTo PaNzOn LlaMado... II

Bueno, para no cortar la línea que inció Rous, escribí este pequeño relato navideño,... espero que lo disfruten.


Es de noche y llueve.

Desde la ventana se pueden ver las oscuras nubes que dejan caer el agua y que no permiten que la luna se asome. A cambio, los relámpagos son la única luz que se divisa fuera de la casa.

Se escuchan ruidos. Ruidos de los truenos que se dejan oír impetuosamente y que resuenan en tu cabeza segundos después de haber “pasado”. Y un ruido de ramas,… las ramas de los árboles que impulsadas por el viento golpean la misma ventana desde la cual estás contemplando esta escena.

De repente, el ambiente se siente pesado, y algo muy extraño comienza a suceder.

Los ruidos no son los mismos de antes, ahora son raros, desconocidos. La tensión eléctrica de la casa ha bajado y las luces de los focos alumbran tenuemente la habitación.

Esos ruidos se vuelven cada vez más cercanos, más próximos,… casi da la impresión de que se van acercando a vos (y lo están haciendo). Esos ruidos se aproximan, están cerca y un escalofrío comienza a recorrer tu nuca.

Giras sobre tus talones y de pronto,… ¡Se aparece un hombre de barba cargando una bolsa en el living de tu casa!

“AAAAAAGGGHH!!” Salís corriendo, agarras el teléfono inalámbrico para llamar a la policía, se quedó si batería. Vas a llamar desde el fijo y “Telecom informa que el servicio no se encuentra disponible. Intente nuevamente más tarde.” “¡Fuck! Hay un chorro en mi casa y ¡¡¿¿hay que intentar más tardeeeee??!!

Agarras el celular, y para variar ¡no tiene señal y te pide que ingreses el PIN del chip! El hombre de barba se empieza a acercar, y comenzás a correr. Detalle: vivís en una casa muy chica, y el tipo es un gordo tremendo; te atrapa al toque.

El hombre es alto y fuerte. Tiene los rasgos de la cara fuertemente marcados y hay cierta frialdad en su mirada.

Lo mirás, crees reconocerlo de alguna parte pero no estás seguro. Lo contemplás fijamente y el te devuelve la mirada sin desviar la vista un segundo.

De repente, todo cambia nuevamente,… la lluvia a cesado, las nubes dejan ver algo de luna. Las ramas de los árboles ya no azotan la ventana como antes, y la luz de la casa volvió a ser la de antes.

Todo se transforma,… y un mágico ambiente navideño recorre todos los confines de tu casa y el Universo. ¡Es nochebuena!

Si, es nochebuena,… noche de amor y noche de paz.

Y estás con Carlos Carrascosa en tu casa.

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